Las relaciones humanas, que se basan en la generosidad, la confianza y la voluntad de ayudar, a menudo tienen el potencial de ser más fuertes y fructíferas, en comparación con las relaciones en las que no existen estos factores.
La naturaleza también puede desempeñar un papel importante en la búsqueda de tales relaciones, como se ha demostrado en una serie de experimentos en la Universidad de California, Berkeley.
En estos experimentos, los participantes de la investigación fueron expuestos a diferentes escenas naturales hermosas seleccionadas y luego observaron cómo se comportaban los participantes al jugar dos juegos de economía que miden los comportamientos humanos básicos, como la generosidad y la confianza. Los participantes que habían estado expuestos a las escenas naturales más hermosas, actuaron con más generosidad y confianza en los juegos que aquellos que vieron escenas menos hermosas.
En otra parte del estudio, los investigadores pidieron a las personas que completaran una encuesta mientras se sentaban junto a hermosas plantas. Después de haber hecho eso, los participantes tenían la opción de hacer voluntariamente grullas de papel para el programa de ayuda humanitaria elegido. Los resultados mostraron que el número de voluntarios fue mayor entre las personas que habían estado en el ambiente de la planta, concluyendo nuevamente que la naturaleza aumenta las emociones positivas en los humanos.
Un estudio similar realizado en la Universidad de California, las personas que habían estado mirando una arboleda de árboles altos en solo un minuto, demostraron un comportamiento más útil, además de abordar diferentes dilemas morales de manera más ética, en comparación con un grupo de control que pasó el mismo tiempo mirando un edificio alto.